viernes, 21 de octubre de 2016

¡Aprecia y cuida tu alma!



En cierta ocasión el Señor Jesús tuvo que reprender a Pedro porque éste le invitaba a sortear la cruz y evitar así dicho sufrimiento (Mt 16:23). Poco después lanzó a sus discípulos las siguientes preguntas: ¿Qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? (Mt 16:26).
Jesús, con estas cuestiones, quiere hacernos reflexionar sobre si realmente merece la pena desatender, y consecuentemente perder, nuestra alma, con el fin de poder alcanzar cualquier otra cosa, por muy valiosa que sea.
La respuesta a la luz de la eternidad es rotunda, no cambies tu alma por absolutamente nada, aunque te puedan ofrecer el mundo entero. Pero, ¿cómo puedo entonces evitar cometer semejante absurdo y dramático error?
Justo antes, Jesús nos llama a entregar nuestra propia vida por causa de Él, para así precisamente poder salvarla (Mt 16:25). Entrega tu vida a Cristo, dedica tiempo personal a estar con Él, a conocerle a través de la oración y la Palabra, y a servirle allá donde Él te pone. No hay mayor tragedia que la de entregar nuestra alma por ganar las cosas de este mundo, pero tampoco hay mayor acierto que el salvar nuestra alma al entregar nuestras vidas a Cristo. ¡No te dejes engañar y cuida tu alma llevándola a los pies del Señor Jesús!